sábado, 29 de mayo de 2010

Rata infiltrada

Veo posada una rata

atada con cadenas a su olor,

mi nariz maldice el poyete de mi ventana.

La intento aplastar con la persiana,

pero entonces se borra casi todo el color.

Solo quedan ya el Blanco y el negro , maldita vida insana

¡Las pinturas se fueron a bailar con el dolor!


Mi ira fue el engranaje de cada mañana

Fue lo único que impulsó mi motor,

hasta que se oxidó, por una empatía rasurada

y felicidad de poco grosor

Animal por esto te comprendo

Animal te comprendo

Animal te comprendo


¿Pero por qué saliste de las cloacas?

Tenías allí tu tierra.

Ahora solo tienes personas a las que espantas

¿Acaso te gusta dormir en camas de hiedra?

Mira criatura vuelve a tu casa

deja de ser el espejo que refleja,

los cuerpos que son solo grasa,

los músculos que se despellejan,

o que somos una pasta

que ablanda con el tiempo la belleza


Andas por acacias, tienes ya la orientación desequilibrada.

Por tanto deambular perdiste la cabeza,

te invadió la palabra recitada.

Aunque ya ni siquiera muestras la tristeza,

más bien un mundo de hadas

la fantasía ya es tu mayor destreza


Me quedó en silencio mirando tu flaqueza,

en el suelo se ven lágrimas derramadas,

quizás todo lo que te he dicho eran mis botellas cortadas,

o mi vida y sus alucinaciones continuadas


¿Dónde estás no te veo?

¿Eras solo un reflejo?

¿una parodia de mi miedo?

¿la corriente que mueve el viento

que estampa a todo perplejo?


Acúname rata, acúname ya

o la muerte me llevará”


No desaparezcas de mi mente

viernes, 28 de mayo de 2010

Muerte de la televisión

Murillo susurró a los oídos al cirujano, ¿quieres el mundo? mira tómalo, está debajo de tus pies, pero no pintes con la sangre de tus operaciones este gran lienzo. La vida es más que un toreo salvaje a capela, que el maldito proselitismo, la vida es una gran pintura repleta de pequeños monet o chagalles.

No le hizo caso, y así le fue, se atragantó con las manzanas a las cuales despreciaba. A mi me dio igual nunca supo reconocer la poesía,siempre leyó demasiados libros apocalípticos y de misticismo de Dan Brown.

Tempestad impasible fue para todos su muerte ¡Un gran predicador desaparecía de la faz de este planeta!. Yo tenía apagada la tele en ese momento, siempre me dije a mi mismo carpe diem.

domingo, 2 de mayo de 2010

Círculos rutinarios

Dibujo un círculo casi perfecto
blanco,exento de color
no lo coloreo,solo lo veo
no quiero que se torne una atracción

Doy en el miles de rodeos
hasta que me frena mi mayor temor
luces rojas,color prohibición
huyo a lo oscuro, y pierdo todo en mi imaginación.


Mi Ballantine


Diste por hecho, que el cabello en la caja se hallaba
hasta que la abriste y viste solo un mechón
y encima no era el que pensabas


¿Como ocurrió?
La tapa estaba llena de rajas
y en la erosión del tiempo todo cambió


Hay peluquero,tus tijeras son afiladas
tus manos nerviosas como un ion
tu cabeza siempre está inspirada
por las hadas y el alcohol


Deja de usar tus herramientas gastadas
tu maldito don
tu carrera está acabada
tu botella de whisky ya es lo único de valor


Coge tu almohada
y reza una oración
que tu desgracia esté acicalada
que la vigilia sea tu devoción
pues morfeo de tus sueños se marchó

Trilogía del capital sumergido.Relato 2: La serpiente y el mendigo


La serpiente me quedó más gorda de lo previsto. Esa es la frase que suele repetir el mendigo de la esquina.

Según él esa serpiente era el mismísimo Lucifer, una maldita garrapata que constantemente pedía un plato de comida, pese a saber que ya escaseaba los recursos para alimentarla. Y cuando se acabó el capital junto a las ratas, el bicho se comió a toda la familia.

¿Por qué no se comió también al pobre hombre? Pues porque tenía la necesidad de dejar algún retazo de vida,y además no le gustaba la carne raída por el sudor del trabajo.

Tras engullir la familia, la serpiente no volvió aparecer, el indigente la buscó para vengarse, pero solo consiguió darse palos con el presente, y que en su vejez solo le quedase una boina y un cartel con el que mendigar.
….
Como comprenderán esa historia me parece absurda, así que cada vez que paso por al lado del mendigo, me burlo de él diciéndole, que porqué se compró una serpiente en su juventud
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Perro insensible...