Sueños raros (volumen 1)

Me encuentro a una chica sin piernas andando con las manos por Reina Mercedes que es guapa de cuerpo. Me hace un baile enfermo y me sigue a la facultad creyendo que quiero ser su novio (se hace un salvapantallas en el móvil con mi nombre). Estoy nervioso, cojo el móvil y lo apago para que no me llame. Huyo de ella, y acabo metido en la casa de Francis Bacon,(que en mi sueño es médico) metiéndome heroína. Luego me llama y dice perdón por acosarme (en un principio había apagado el móvil).

Miro a mis genitales y veo que se han caído. De repente aparece un ladrón los coje del suelo y se los lleva corriendo. Sin conexión alguna a esto paso a una escena en la que estoy bajando desde un séptimo de ventana en ventana para cojer mi pene que está abajo en el suelo.

Estoy repasando nervioso en mi piso de Sevilla. De repente escucho un ruido de guitarra. Me voy a la cocina y en ella está Diego el Cigala, el cual me ofrece una tapa de jamón. Me pongo a cantar un rato con él pero de un momento a otro me enfado y le digo que se vaya, que su música representa el patriotismo y que prefiero volver a estudiar que estar con él

Metro. Todas las estaciones son iguales, el tiempo se detiene. Se sube y baja gente continuámente, ese es el único punto de partida por el que sabes que avanzas. Busco siempre el sitio con menos gente a la redonda. Esta acción es estúpida, siempre acabo sentando con alguien. Siento claustrofobia, creo que una masa de personas me va devorar en la siguiente estación. Leo ensayo sobre la ceguera para dejar de pensar, pero me aburre el intelectualísmo de Saramago. Me paro a observar las personas, el metro es un zoo selecto, hay ancianos, estudiantes, tipos de pintas raras, mamás e incluso el gorrino que está sentado a mi lado (deja de ver que escribo y metete en tus asuntos). Una panda de sinormales acaban de poner música con su móvil; deberían usar sus neuronas como auriculares . Se acaba de subir una chica con una camiseta de Velvet Underground, la pena es que se haya sentado en la otra punta del vagón. Quiero hablar con ella antes de llegar a la siguiente estación, pero mi cerebro está bajo los efectos de cien narcóticos. De repente me paro a escuchar la conversación de los de enfrente, es una charla sobre lo aburrido que son los cruzeros. Me siento como el protagonista de la ventana indiscreta. Dejo de escuchar y me pongo a repasar mentalmente los objetivos del día. Interrumpe mis pensamientos una mujer preguntando si está libre el asiento en el que he puesto la mochila. Afirmo. En este punto estoy cerca de llegar a la estación, dejo de escribir. No creo ni que me moleste en revisar este garabato...

¿Que música escucharía un alienígena?

Es conocido de sobra que en el universo solo hay 3 planetas con vida, el nuestro, uno con babosas amorfas, y el planeta Discord. Este último tiene unas formas de vida más avanzadas que los humanos.

La músisa de Discord está basada en disonancias de nivel 2. Antes de hablar de esto habría que conocer un poco la historia cultural de este planeta. Tras llegar a la excelencia política se incrementó el interés por el conocimiento, tanto que se resolvieron todas las dudas metafísicas. Al acabarse los retos intelectuales surgió un movimiento llamado anihilismo, el cual buscaba darle el sentido a la vida tras conocer la paradoja de la existencia. Fue un movimiento principalmente artístico y cuyo único fin es exaltar la imaginación artística.

¿Porqué la imaginación? cuando todo conocimiento científico se desarrolló  se optó: por la vía artística, la autodestrucción o ambas a la vez. Lo absurdo era una forma de evadirse del vacío. El problema es que cuando todos están en facultades mentales para crear grandes obras se crea un gran cosmos underground, en el cual el voyeur tiene tantas elecciones que le es imposible tomar un camino intelectual.

Las puertas de la experimentación se abrieron en Discord, miles de extravagancias y bellezas surgieron. No había prejuicios a la inovación y al ruido. Se creó una música asensorial en la que el deleitar el sentido del oído no era la prioridad. La forma de la que se movían las ondas sonoras en el espacio para formar la música era la principal preocupación. Hubo bastantes experimentos físicos hasta que se descubrió la ecuación de Remmanov. Esta ecuación explicada de una forma sencilla trata sobre la modificación de la direción y amplitud de las ondas sonoras tal que se pueda llegar a un orgasmo auditivo.

Al fin había una segunda forma de éxtasis. El sexo ya no lo era todo. Los conflictos en el universo disminuyeron drásticamente. Todos soltaban semen por las orejas, y esto hacía felices a los seres vivos. Con el paso del tiempo está proeza pasó a llamarse disonancia del nivel 2.

No todo es fantástico con este invento. Hoy en día la tasa de natalidad es bajísima, pues no hay preocupación por el coito. Los seres vivos están próximos a desaparecer por culpa de su mejor obra. Poco importa la supervivencia al estar las veinticuatro horas del día eyaculando por el oído. Hay un macroclima de soledad, el concepto de sociedad está obsoleto y próximo a desaparecer.

Y ¿Qué más da? si la felicidad está extendida al fin. No hay penas, hambre o pobreza. Si eres feo también tendrás placer. Que desaparezca la vida es un daño colateral. Ya se ha llegado a la meta, Dios estaría orgulloso. Una vez terminada la carrera llega la hora de retirarse a un descanso eterno.

Adiós vida, adiós.

Arranco cal de la pared,
día nublado
las 11:35.
Y todo sigue igual

Vivo en un décimo
me asomo por la ventana,
vértigo,
deseos al vacío,
miedo al dolor.
Y todo sigue igual.

¿Papá?
¿Mamá?
¿Hermano?
y todo sigue igual.

Enredaderas,

osmósis,

riñones sobrecargados,

orina hipersalina.

Y todo sigue igual.

Comienzo a tocar pieles,

dos para ser exactos,

quebraderos,

olvidos.

Y todo sigue igual.

Sociopatía,

esvásticas,

redes sociales como chivos expiatorios,

ya no veré esa foto de ojo.

Y todo sigue igual.

Y todo sigue igual.

Y todo sigue igual.

Y todo sigue igual.

Y todo sigue igual.

Un pico a la vida,

¿Qué?

Viajes,

¿Qué?

Solo necesito reposo.

Y todo seguirá,

seguirá,

¿seguirá?.

-Marciano: ¡Que bonito es mi radiocassete Casio!

-Yo: Últimamente siento que mi mundo se viene abajo, nosé si será por conjugación astral o un gran oso pardo que me la tiene jurada.

-Marciano: ¡Ahora podré grabar con este cacharro mi voz en un formato que está en vias de desaparecer!

-Yo: ¿Me escuchas? me alegro que te guste lo que te he traído, pero necesito que alguien tale las acacias, o al menos un abrazo que me reconforte.

-Marciano: Sí si claro te escucho, ¿no habías perdido tu cassete, digo gafas?¿Por qué pusiste una denuncia falsa?.

-Yo: ... Sentimientos complejos.

-Marciano:¡Cambia!

-Yo: Nunca dejamos de ser como somos.

-Marciano: En fin.. hoy he escuchado un disco de un grupo raro que versiona a Tom Waits con el cipote.

-Yo: ¿Te llena de verdad eso?

-Marciano: Claro, ¿porqué preguntas estupideces?. Oye, ¿no habías ganado en un concurso un viaje gratis a París?

-Yo: No creo que vaya, no estoy de humor.

-Marciano: Pues regálamelo a mi si no lo vas a usar, en serio.

-Yo: Se lo daré a mi compañero para que se vaya con su novia.

-Marciano: Creo que es intransferible de todas formas. Lo vas a perder de una forma estúpida.

-Yo: De estupideces está plagado todo...

[...]

Hablamos,hablamos y hablamos,
intereses a flor de piel,
candidiasis sobre ella.

¿Amistad?

Piezas de puzle,
se deforman para encajar,
son mutaciones sociales.

Mutémonos para esconder acacias,
que prime la estética.
Mostremos falso amor.

Formalidad,elegancia
y banalización de emociones.
Es el último grito.