domingo, 23 de abril de 2017



Golpea el viento
las ventanas resisten
la cafetera no funciona,
no hay luz:
arde la niebla,
hoy tampoco es día de despedida.

La puerta es alargada
y es donde se tejen los círculos,
las acacias.
Sigue golpeando el viento contra los cristales,
ayer llovía,
mientras los niños jugaban a la guerra,
inconscientes,
llenos de moretones.

Ojalá se fuese el viento
existiese el karma,
no se escribiesen cartas
o el tiempo pusiese todo en su sitio,
ojalá.

Y he visto tan fuerte el viento últimamente
que creía que eras tú
en ese cuento que me leístes una vez
en aquella riña banal que olvidé;
pero no eras tú
y se cambiaron los papeles,
en este clima eterno,
donde el café es de sobre,
el TFG espera,
los cuidados priorizan.

El huracán se irá
volveremos a ser,
hay remedio.

El huracán se irá
volveremos a ser,
hay remedio.