Palabras,
ceñidas sin más,
cocinadas a fuego lento.
Palabras,
no dejan hablar
ni avanzar.
Palabras,
niegan la vida en tu pensamiento,
pero vives a través de ellas.
Eres lo que piensas,
no piensas lo que hablas.
Superficie,
no conocerán de ti nada,
nunca.
Superficie,
te roza,
te hiere.
Jamás vivirás a través de nada o eso pensabas. Ahora los renglones anteriores son tu cruz. Puedes desertar, retroalimentarte, ser un gran anónimo. Pero no, jamás me gustó el té sin azucar moreno. ¿Alguien me puede enseñar a comprar azucar moreno?
No hay comentarios:
Publicar un comentario