miércoles, 16 de marzo de 2011

Me mata Roma

Charlie Parker castiga mi tímpano,
su loco bebop fluye por mis venas.
Yo mientras tanto quieto, sin nada entre manos,
pensando más que nunca.
Hoy es un día taquicárdico,
mañana lo será más.

La inexperiencia que emana de mí
da una vuelta de tuerca,
por lo menos casi, no sé…
Mi sistema nervioso se halla más colaxado que de costumbre,
aprender, aprender, aprender... ¿Pero como en estas condiciones?
Cinco horas son pocas para dormir cada día,
y poder estar lúcido para ordenar las ideas.

Hoy me he levantado con más granos,
nunca cumpliré el canon,
aunque me es indiferente ya.


El Guadalquivir bañado en sal,
vamos a contar mentiras ¿no?,
así me seguiré reconfortando,
estas cosas nunca me pasan a mí...

Soy optimista temporalmente,
y por ello este es mi mejor poema,
simple, escueto, y vacío,
sin alusiones a las acacias,
sin falsos Dioses,
sin enredaderas,
sin simbolismos,
sin  huellas,
sin mí.

No hay comentarios:

Publicar un comentario