martes, 19 de abril de 2011

Un día de más

El sol me quema la piel.
Busco un refugio en el que ponerme a salvo;
vente.
Nos sentaremos en unos escombros de yeso
a fumarnos un rato de nuestra vida.
Más tarde pasearemos con unos rotuladores en la mano,
y escribiremos nuestros nombres por estas turbias paredes.

Inventémonos al fin, ¿tu a que te dedicas ficticiamente?,
elije solo mentiras, las ratas no nos conocen.
Somos los reyes ursupadores en este agujero,
y podemos exprimir al máximo nuestra neurosis,
me duelen los..., date prisa.
Un cáncer terminal no me hace parar de idealizar ¡joder!

Una tierra maquetada es al fin de cuenta esto,
todo está baldío fuera de ella.
El amor libre se nos convierte en un dogma moral
porque el mundo absorbe.
Retozemos un rato antes del que reloj biológico nos expulse,
y nos olvidemos.

Huidizos, hecatómbicos, ciegos , sin razón…
Así somos.
Locos en ¿una jauría de lujuria?
yo más inocente busco posarme por un tiempo infinito en tu médula.

Un sinfín de ruinas escatológicas
hace que sea difícil que parar al ras de los sentimientos,
al ras de la cinética de la coherencia,
al ras de nuestros rasurados pelos.

Es divertido ser público cuando tienes la capacidad de ello.
Las patologías huyen de ti,
pero nunca se van del todo.
Dentro de una comuna es múy fácil sentirse moderno,
la liberación del siglo veintiuno,
pura restricción encubierta de los sentimientos,
o falta de una real identidad;
yo que voy a saber...

1 comentario:

  1. Tiremos nuestros sentimientos,
    juguemos a ser Barbies y Kenes por la calle Betis,
    emborrachados de un Vodka basura.

    Es ironía?

    ResponderEliminar