miércoles, 27 de agosto de 2014

Al fin capté el mensaje de las termitas y nunca pararé de maldecirme por ello. El cemento no existe, ni existirá nunca, por eso todas las casas son proclives a la invasión de las hormigas blancas. Es mejor no pensar en este asunto y construir los cimientos de tu hogar con madera quebrada como si no pasase nada. No puedes evitarlo, la celulosa es materia orgánica y tiene que volver a la naturaleza. Aunque quizás la verdadera  plaga de tu hogar eres tú. 


No busques más sitios en los que asentarte y opta por una filosofía nómada, así te ahorrarás ver como se destruye todo lo que una vez te perteneció. Sodomiza tu alma mientras vas buscando el próximo sitio en el que dormir. Juntos volveremos a nuestra verdadera naturaleza, sin estamentos morales que nos impidan desarrollarnos.  Por las noches podremos cazar, tengo un quit de flechas de curare.  Ven conmigo, no lo pienses más.  Nada de lo que te rodeaba existió. Asume tu condición, tus limitaciones, el influjo de tu líbido. Tu vida hasta ahora fue insidiosa, lo sé. Jamás tendrás que pensar más en construirte un futuro, ni tendrás que defender a diario tu casa tirando piedras. Únete a mí, sé que perdiste todo, solo puedes ganar ahora.

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