jueves, 20 de octubre de 2016

Octubre me dejó en los huesos,
mascando cloro,
indagando en las costuras de mis dedos

Me acostumbré a octubres de calor,
antinaturales
y ahora viene el frío,
la normalidad,
tiemblo.

Y Sevilla me acogía,
abrazaba el cambio climático,
procastrinaba,
buscando amor.

No me mires,
no tengo ropa de abrigo,
ni clave de matrícula
o verdades que contar.
No me mires este mes ya no es mío,
ni de nadie.

No hay comentarios:

Publicar un comentario